La familia del nuevo presidente

De su primer matrimonio con Ivonne Bordeu, Mauricio Macri fue papá de Agustina (33), Gimena (30) y Francisco (26).  Ellos son los hijos mayores del presidente electo. De perfiles bajísimos y estudios en Europa, son la contracara de la "mediática" Antonia (4), fruto de su relación con Juliana Awada, quien hoy bailó con su padre en los festejos del bunker de Cambiemos y a quien el presidente electo muestra habitualmente en su Twitter. "Ellos no quieren aparecer y mantener un bajo perfil. Yo los respeto", dijo hace poco Macri en un programa de televisión sobre sus hijos mayores.

(Antonia Macri, la hija de Mauricio y Juliana Awada)

¿Pero quiénes son los hijos del presidente? Ninguno es ingeniero, como él. Agustina Macri la mayor, nació cuando Macri tenía 22 años. Nunca le interesó la política, al igual que sus hermanos. Estudió Sociología en la UBA y perfeccionó sus estudios en España. Pero cambió de carrera y en Barcelona decidió ser cineasta. Volvió cuando Mauricio ya era jefe de Gobierno: en 2008 colaboró con su padre y grabó el deterioro del Teatro Colón en su centenario, durante las obras de remodelación. 

Gimena también le salió artista. Fue noticia a comienzos del año pasado cuando fue víctima de un robo y su padre declaró en el diario Perfil que "le robaron seis veces acá". "No me parece bien que se tenga que ir a vivir afuera, no me gustaría. Creo que hay que hacer las cosas bien para poder vivir acá, para salir de esta locura de violencia y que todos podamos vivir con tranquilidad", declaró Macri. 

(Gimena Macri, la hija del medio del nuevo presidente)

Gimena vivió durante un año en San Francisco, Estados Unidos, para perfeccionarse en Artes Visuales (acá estudió en el IUNA). "Fideíto", como le dicen sus padres, también viajó a Londres en 2004 para estudiar dibujo y hasta trabajó de moza en Punta del Este. Y, más allá de su bajo perfil, participó de muchas exposiciones, incluida ArteBA, donde vendió pinturas por poco más de 25.000 dólares.

De Francisco, su único hijo varón, poco se sabe: sí que fue bueno como rugbier de las inferiores de Cardenal Newmen. 

Cuando Macri se divorció de su primera esposa tenía 32 años. Como él mismo relata en su página web, "todo pasó muy rápido, sobre todo si lo comparo con las costumbres actuales, cuando la edad promedio de los hombres que se casan en Buenos Aires es de 32 años". 

El presidente electo también habló allí de sus hijos y los puso de ejemplo para hablar del cambio y del país que quiere para ellos. "La vida es cambio. Me lo enseñan con insistencia mis hijos mientras se convierten en hombres y mujeres, me lo enseña la piel de mis manos, me lo enseñan las estaciones... Aceptar el cambio, vivir sin intentar capturar a las cosas, ni a las personas, ni a los momentos, mirar siempre hacia adelante, avanzar con confianza, con esperanza, no temer... Ese es el desafío de la vida".