Alerta reservas: el Gobierno entra en zona de promesas, pero en el mercado prima la incertidumbre

ECONOMÍA Juan Strasnoy Peyre*
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El ministro de Economía Luis Caputo se mostró sorprendido por las preocupaciones que le planteaban los directivos de las principales sociedades de bolsa que operan en Argentina en cuanto a los pagos de la deuda externa de 2025. Les dijo que no entendía bien por qué dudaban si ya tenían asegurada no solo la compra de los dólares para los intereses sino los créditos repo para garantizar el cumplimiento de las amortizaciones de capital por el próximo año y medio.

Luego de lanzar la “Fase 2 de emisión cero”, el Gobierno entró en zona de promesas. Pero la incertidumbre, plasmada en los diálogos y los informes que recorren la City, sigue a la orden del día con un foco central: el rojo de las reservas y la falta de perspectivas claras de que mejore el flujo de divisas.

Las expectativas que les trazaron el ministro de Economía y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, a sus interlocutores el martes pasado incluyen que en el corto plazo se aplaque el drenaje de reservas, que los dólares paralelos vayan convergiendo al nivel del tipo de cambio oficial (que promete mantener en el marco del crawling peg) y una desaceleración de la inflación rápida a partir de secar la plaza de pesos. Incluso les dijeron que esperan que la suba de precios se desinfle a entre 1% y 2% en septiembre u octubre.

Desde una de las agencias de bolsa que participó del encuentro en el Palacio de Hacienda le dijeron a Ámbito que, en el marco del cepo y de las intervenciones sobre el dólar MEP y el CCL, es viable que mantengan a raya la brecha en el corto plazo pero que el costo es resignar divisas y chances de recuperación de la actividad. Y que eso traslada la incertidumbre al mediano plazo. Por caso, ven difícil que, así, una salida del cepo pueda concretarse con una unificación cambiaria al valor del tipo de cambio oficial.

Una de las manifestaciones del hecho de que la City no termina de comprar la hoja de ruta de Caputo es que, a pesar de acumular seis meses seguidos de superávit financiero (siempre celebrado por los acreedores), el riesgo país se mantuvo firme arriba de 1.550 puntos básicos durante julio y el viernes pasado saltó a 1.612 unidades al compás del desplome de los mercados internacionales.

Reservas en rojo: la gran preocupación

“El ojo del mercado se posa, en el corto plazo, en la dinámica de las cuentas externas, más precisamente de las reservas netas. Estas profundizaron su tendencia bajista en julio, con un mercado que muestra impaciencia con relación a la remoción de controles de cambios, una de las trabas principales de una dinámica virtuosa en la macroeconomía argentina”, remarcó al respecto el Grupo SBS en un informe enviado a sus clientes.

Y advirtió: “La acumulación de reservas es fundamental para despejar fantasmas respecto a pagos en dólares, lo que llevó al Gobierno a intentar dar señales respecto al pago de enero de 2025. No obstante, en el mientras tanto, las reservas netas siguen a la baja, lo que eventualmente podría traer consigo tensión en el mercado cambiario, arriesgando cortar la desinflación en las medidas subyacentes. ¿Podrá equilibrar todo el gobierno?”.

Según los cálculos de SBS, las tenencias internacionales netas cayeron más de u$s4.000 millones en julio. Un reporte de la Gerencia de Estudios Económicos del Banco Provincia estimó que la caída mensual fue de u$s4.600 millones y que, así, quedaron en u$s4.000 millones negativos, según la metodología del FMI.

Dos informes que circularon en las mesas de la City este viernes estimaron que las reservas netas ya son negativas en alrededor de u$s5.000 millones. Se trata de los reportes elaborados por las consultoras 1816 y LCG. Por su parte, Portfolio Personal Inversiones (PPI) las ubica en más de u$s6.000 millones negativas.

En la reunión con Agentes de Liquidación y Compensación (ALyC), Bausili estimó que el deterioro de las arcas de la entidad que conduce se revertiría a partir de fines de agosto ante un descenso de los pagos de importaciones de energía. Sin embargo, los analistas ven distintos factores que podrían jugar en contra de esa posibilidad.

“El jueves empezó a correr la flexibilización de los pagos de importaciones (de cuatro a dos cuotas), lo que sumará más presión sobre las reservas. Además, las exportaciones, afectadas por la baja estacionalidad, sufren la pérdida de atractivo del dólar blend (por la reducción del CCL) y la caída sostenida de precio de los commodities (en particular la soja perdió USD/tn 50 en el último mes y se ubica en mínimos de los últimos cuatro años)”, señaló LCG como parte de esos factores, a los que sumó los vencimientos del BOPREAL y la intervención del BCRA para contener la brecha (estimó que el Central ya destinó u$s300 millones a ese fin).

En esa línea, desde 1816 destacaron dos malas noticias: “El precio de la soja, que cayó más de u$s100 millones por tonelada en lo que va de la era Milei, lo que equivale a u$s5.000 millones menos de exportaciones anuales en un año normal, y la demanda de dólares por turismo en el exterior parece haber vuelto a subir en julio (efecto vacaciones de invierno) en base a los saldos de deuda de tarjeta en moneda extranjera”.

Sobre este último punto, la consultora dirigida por Adrián Rozanski, Mariano Skladnik y Martín Defilippo agregó: “Los números de turismo lucen especialmente feos: el sector tiene mucho desbalance a un tipo de cambio de $1.300 (considerando que hoy las tarjetas de crédito se pagan al dólar MEP y no generan impacto en reservas), lo que hace suponer que en una unificación más cerca del tipo de cambio oficial, como pretendería el Ministerio de Economía, la salida de divisas por esa vía sería inmensa”.

En este marco, un reporte del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC), fundado por Leonardo Anzalone, consideró que las últimas medidas “disminuyeron significativamente el nivel de reservas, generando preocupación sobre la sostenibilidad de la deuda y afectando negativamente la paridad de los bonos”. Así, planteó que las promesas del Gobierno para reafirmar su compromiso de pago fueron recibidas positivamente por el mercado en un principio pero que “luego han vuelto las dudas”.

LCG, por su parte, abrió las dudas respecto del objetivo de acumulación de divisas. “La meta comprometida con el FMI asume la acumulación de u$s8.700 millones al 30 de septiembre. Hasta ayer (por el jueves) llevaba acumulados u$s5.800 millones por lo que, en el contexto que antes describimos, el cumplimiento luce desafiante. El Gobierno apuesta a la entrada de u$s1.200 millones por parte de Organismos (esta semana anunció un préstamo por u$s650 millones del BID) y al último desembolso del FMI (que en términos netos estará matizado el pago de intereses por u$s780 millones la semana próxima)”, advirtió la firma fundada por Martín Lousteau y dirigida por Javier Okseniuk.

A mediano plazo, la búsqueda de un guiño político de un Donald Trump que triunfe en las elecciones de Estados Unidos aparece como la gran apuesta del Gobierno para conseguir los u$s10.000 millones de endeudamiento adicional que Caputo pretende conseguir del Fondo.

Pero un asesor de Trump (más allá de que no hable en nombre del candidato republicano) enfrió las expectativas: “La política de ganar tiempo pensando que con Trump va a conseguir más dinero del Fondo es una ilusión, es ilógica y va a llevar al fracaso. Porque primero no funciona de esa manera. Y segundo, Milei y Trump todavía no tienen relación”, dijo Mauricio Claver Carone, el exrepresentante de EEUU en el organismo que, en su momento, reconoció que el multimillonario préstamo a Mauricio Macri de 2018 fue en realidad un fallido apoyo electoral para Juntos por el Cambio.

Dos firmas muy consultadas en la City advirtieron sobre el “viento de frente global” que suma problemas al plan del Gobierno. Quantum, de Daniel Marx, señaló que “algunos cambios en las condiciones internacionales no favorecen a Argentina”. Y mencionó el aumento de los spreads de tasa en los bonos de los países emergentes, apreciación del dólar frente a otras monedas y una caída del 10% en los términos de intercambio para el país.

Por su parte, Econviews, de Miguel Kiguel, enumeró: caída de Wall Street y de las monedas emergentes, soja en u$s380 y devaluación en Brasil, en un contexto de relativo atraso cambiario local y dificultad para acumular reservas. “En general los shocks externos son seguidos de corrección cambiaria, pero eso hoy es mala palabra porque todos los ojos están puestos en bajar la inflación. El tema es que, aunque el viento de frente no sea culpa del equipo económico, la realidad es la que es. En Chile cuando baja el cobre, baja el peso. Fingir que no pasa nada afuera te deja más vulnerable”, planteó Econviews.

Prioridad en inflación, en detrimento de reservas y actividad

Los anuncios que incluyó la denominada “fase 2” reflejaron cómo el Gobierno terminó por inclinarse claramente por apuntalar la continuidad de lo que vislumbra como su principal sostén político: la desaceleración del índice de precios al consumidor (IPC). Y que en pos de ese objetivo prioritario se aferra a una progresiva apreciación cambiaria, resigna reservas vía intervención al CCL y prolonga el escenario recesivo con el apretón monetario.

“De cara al segundo semestre se presenta una disyuntiva entre dos objetivos que, ante el gobierno, aparecen antagónicos: continuar con el proceso de acumulación de dólares o mantener la baja de la inflación”, sostuvo la consultora Vectorial en su último informe. Y planteó que la intervención en el CCL demuestra que hoy se inclina por el segundo.

Para Vectorial, esta estrategia exhibe una “inconsistencia dinámica”. “Mientras más dólares se ‘quemen’ para intervenir, el mercado podría ir percibiendo que cada vez quedan menos municiones, lo cual aumentaría los interrogantes hacia adelante y las brechas no necesariamente bajarían. Cada dólar utilizado para domar la brecha tendría menos potencia que el dólar anterior”, argumentó. Además, el esquema resulta “incompatible con una recuperación sólida de la actividad”, lo que podría conducir a deteriorar “aún más los indicadores sociales”.

Así, la consultora dirigida por Eduardo Hecker y Haroldo Montagú se preguntó: “Con actividad económica por el piso, desempleo en aumento y sin reservas a la vista, ¿el esquema de estabilización que ejecuta el gobierno es socialmente tolerable y sostenible?”.

El esquema monetario, otra fuente de incertidumbre

Más allá de las reservas, el programa monetario informado por el BCRA luego de una sucesión de medidas que se anunciaron de manera desordenada por el Presidente y Caputo no terminó por echar claridad a los agentes económicos. “Es ambiguo, creemos que intencionalmente”, planteó 1816. Milei y el ministro hablaron del fin de la emisión por todo concepto “en línea con la idea del Presidente de ‘dolarización endógena”, dijo la consultora, pero el Central en su Marco Monetario trazó como objetivo que la base monetaria crezca de los actuales $21 billones a $47,7 billones de acá a 2026 “sin estar muy claro vía qué grifo de emisión”.

LCG también puso el foco en este punto: “A pesar de la fuerte gesticulación para una ‘emisión 0’, lo cierto es que la base monetaria podría más que duplicarse para llegar al límite autoimpuesto, con lo que resulta una meta difícil de entender: muy laxa para el corto plazo, muy dura para el mediano plazo. Si a esto le sumamos dificultades para entender a dónde lleva este proceso (¿competencia de monedas? ¿definida cómo? ¿salida del cepo? ¿dolarización endógena?) es posible que se requieran nuevos anuncios, esperando esta vez que sean más consistentes, que propicien una actualización del acuerdo con el FMI y faciliten un colchón de dólares más abultado para administrar la transición”.

Para 1816, el anuncio da a entender que “no hubo aún una definición total de las autoridades acerca de cuál es el régimen monetario futuro”, el cuál podría implicar la necesidad de un “equilibrio entre lo que siempre planteó Milei (dolarización) y lo que deben exigir los técnicos del Staff del Fondo”. “Si el mercado tenía dudas sobre la política monetaria 2025, estas no fueron respondidas con el nuevo marco del BCRA”, concluyó.

 

 

* Para www.ambito.com

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