Nos sentimos tontos, pero somos víctimas

RAFAELA07/05/2025 Lilián Koper
hoy

Todos los años la misma historia.  Llega el otoño, la ciudad se llena de hojas y la basura que abunda en las calles de la ciudad crece en forma exponencial.  Porque se dejó de sentir que la vereda y el cordón son parte de nuestra casa, y se deja todo sucio.  Y así dejamos que la tierra se acumule, crezcan yuyos en los cordones de toda la ciudad, incluido el centro, y que la acumulación de hojas haga su trabajo. 
Y quienes, por el contrario, limpiamos y juntamos las hojas y la tierra, nos sentimos realmente tontos. Porque a la menor brisa, tenemos toda la basura de los vecinos en nuestra casa.  Y si llueve, recibimos barro y más mugre. 

La Municipalidad cobra una tasa por el barrido y limpieza.  Pero hay calles por donde no pasa nadie: ni la barredora ni los barrenderos.  Aún en calles céntricas, que se ensucian muchísimo más por el paso de media ciudad por ahí.  
Pero el problema verdadero surge cuando, por ejemplo, llueve mucho y no hay posibilidad de drenaje por la acumulación de hojas, basura y tierra.  De hecho, la crónica relata que los 78mm que cayeron en Sunchales en la noche del lunes pasado, se toparon con ese problema.

Temo que los que barremos nos seguiremos sintiendo tontos y víctimas, porque si no logramos que haya una conciencia de la sociedad y la Municipalidad no hace lo mínimo indispensable (por lo que cobra), en cualquier momento podremos tener una sorpresa poco agradable.

Te puede interesar
Lo más visto

PERIODISMO INDEPENDIENTE