Santángelo apuesta a un dólar cercano a $1400 para estabilizar la economía argentina

• Mantener el dólar en $1200 es problemático por el alto riesgo país, dependencia de retenciones y condiciones externas débiles (soja y real brasileño).
• Recomienda que el Gobierno use parte del superávit fiscal para comprar dólares y evitar distorsiones y malas expectativas en el mercado cambiario.
• La recuperación económica es heterogénea: sectores extractivos mejoran, mientras industria, construcción y comercio enfrentan dificultades.
• El consumo masivo y los ingresos de trabajadores informales no se recuperaron totalmente, a diferencia de sectores formales sindicalizados.
• El desafío es lograr dos años consecutivos de crecimiento para evitar ciclos de recuperación y caída.
• Para ello, se necesita estabilidad macroeconómica: baja inflación, aumento ordenado del dólar, superávit fiscal y política monetaria austera.
• La recuperación será lenta y ordenada, sin estímulos fiscales ni emisión monetaria expansiva.

Rodolfo Santángelo, director de la consultora MacroView y socio de Melconián, sostiene que un tipo de cambio apenas un 20% más alto al actual, en torno a los $1400, podría ser clave para encaminar la economía argentina hacia una estabilización duradera. “Si se pudiera tener un dólar de $1400, seríamos Gardel”, afirmó en una entrevista en el canal de YouTube "Ahora Play", marcando la necesidad de un proceso de "price discovery" que permita que el dólar se acomode de forma ordenada.

El economista advirtió que mantener el dólar en niveles cercanos a los $1200 resulta problemático en el contexto actual, dado que Argentina enfrenta un riesgo país elevado, un superávit fiscal que aún depende de las retenciones, y condiciones externas desfavorables con una soja y un real brasileño debilitados.

Santángelo recomendó que el Gobierno utilice parte del superávit fiscal para comprar dólares y así evitar distorsiones en el mercado cambiario y la formación de expectativas negativas. Recordó que el país requiere alrededor de 9.000 millones de dólares anuales para pagar intereses de deuda, cifra equivalente al superávit fiscal actual, que debería destinarse a fortalecer reservas y cumplir con compromisos externos.

Respecto a la calidad del crecimiento, Santángelo describió una recuperación “heterogénea”, donde sectores extractivos como minería, petróleo y agricultura presentan mejoras, mientras que la industria, la construcción y el comercio enfrentan dificultades, con quejas por competencia importada y caída en márgenes. Además, subrayó que el consumo masivo y los ingresos reales de los trabajadores informales aún no alcanzan niveles previos, a diferencia de los sectores formales sindicalizados.

El desafío central, afirmó, es lograr dos años consecutivos de crecimiento económico, algo que no ocurre desde hace 15 años, evitando el patrón recurrente de recuperación seguida de caída. Para ello, destacó la necesidad de mantener estabilidad macroeconómica basada en la baja inflación, una subida ordenada del tipo de cambio, un superávit fiscal sostenible y una política monetaria austera.

Aunque reconoció que las anclas fiscal, monetaria y cambiaria están defendidas por el Gobierno, Santángelo advirtió que la recuperación será probablemente más lenta y segura, sin apoyo en estímulos fiscales expansivos o emisión monetaria, sino en un programa austero y ordenado que permita consolidar la estabilidad.