Felipe Michlig sueña despierto y no ve la realidad

OPINIÓN Jorge Levin
multimedia.normal.b4bccd58fd588d59.aW4xNjQ3Mjg4ODU0MzYxX25vcm1hbC53ZWJw

JORGE LEVINPor Jorge Levin

Felipe Michlig, reconocido como el padre político del gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, y del frente Unidos, tiene una voz importante en el oficialismo provincial. Sin embargo, su análisis sobre la situación política actual parece desentonar con la realidad que enfrenta su coalición. En una reciente entrevista, Michlig expresó optimismo sobre los resultados de las elecciones, a pesar de que muchos de sus argumentos carecen de la conexión necesaria con el sentir popular. Su convicción de que "Provincias Unidas" tiene un futuro prometedor desafía la lógica, dado que, en mi opinión, la suerte de Pullaro está decidida: el camino hacia la reelección está lleno de obstáculos insalvables.
El senador de San Cristóbal, en su evaluación de los resultados electorales, admitió tener altas expectativas que no se concretaron. Aunque logró sumar dos diputados cuando inicialmente se esperaba uno, su análisis sugiere un autocomplacencia inquietante. La pérdida de apoyo se atribuye a un temor del electorado ante la crisis económica, que ha empujado a muchos hacia La Libertad Avanza, una fuerza política que rápidamente ha ganado terreno. Este contexto indica que la percepción de peligro inminente ha movilizado a los votantes en direcciones inesperadas, dejando poco espacio para la esperanza de Michlig.
En cuanto a "Provincias Unidas", él sostiene que queda mucho por hacer y propone un diálogo constructivo. Sin embargo, el contexto en el que se desarrolla este diálogo es esencial. La realidad es que la propuesta de Unidos debe revaluarse y adaptarse drásticamente si desea competir efectivamente en futuras elecciones. A pesar de su optimismo, la coalición parece estar más cerca de un ocaso que de un resurgimiento.
Michlig también plantea la necesidad de revisar el sistema de Boleta Única en Santa Fe, lo que resulta crítico. La modernización de los procesos electorales es una necesidad evidente, pero el liderazgo debe ir más allá de esta revisión técnica para recuperar la confianza del electorado. En este sentido, el llamamiento a una reforma electoral debe ser acompañado por un compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas que, hasta ahora, ha faltado en muchas de las propuestas políticas.
Por último, el tema de la vicegobernación tras la partida de Gisela Scaglia agrega otra capa de complejidad. Michlig asume un rol crucial como presidente pro témpore del Senado, aunque sus funciones temporales no deben confundirse con un poder real en la administración provincial. Si bien su disposición para asumir responsabilidades es loable, el verdadero desafío radica en demostrar una capacidad de liderazgo que inspire confianza en un electorado cada vez más cínico.
El horizonte electoral de Santa Fe está cargado de incertidumbre y la percepción de un inevitable cambio, que no puede ni debe ser ignorada. La debilidad del frente Unidos y la ascensión de La Libertad Avanza indican que Michlig y su grupo deben abordar con urgencia una reconfiguración estratégica y un renovado compromiso para conectar realmente con los ciudadanos. Sin esos cambios fundamentales, cualquier intento de revivir la coalición se verá como un esfuerzo fútil y desfasado. Solo un giro drástico puede ofrecer a Pullaro y a su coalición alguna posibilidad de sobrevivir al huracán que representa el nuevo panorama político.

ÚLTIMAS NOTICIAS
Te puede interesar
Lo más visto

PERIODISMO INDEPENDIENTE