


En un aparente cambio de fase, el Concejo Municipal de Rafaela ha intensificado su productividad legislativa y su apertura hacia la comunidad, buscando soluciones a diversas problemáticas urbanas.
El martes, la jornada comenzó con un evento social en honor a la ex tenista rafaelina María Emilia Salerni, quien celebró 25 años de su victoria en el torneo junior de Wimbledon.
A mediodía, los concejales se reunieron con el secretario de Gobierno y Modernización, Germán Bottero, y la secretaria de Hacienda y Finanzas, Silvina Bravino, para revisar la ordenanza tributaria y discutir posibles modificaciones antes de su aprobación prevista para las sesiones del 27 de noviembre o del 4 de diciembre, en un contexto de cambio legislativo.
Por la tarde, los ediles se encontraron con representantes de los Clubes de Abuelos, Lorena Aragno y Hugo Vegetti, quienes expresaron su preocupación por denuncias vecinales de ruidos molestos. Durante el encuentro se discutieron alternativas para resolver esta situación y evitar la suspensión de actividades que benefician a unos 500 adultos mayores.
En un comunicado, Aragno y Vegetti subrayaron que ambos clubes están siendo hostigados por denuncias y solicitaron al Concejo una solución inmediata. La semana pasada, intentaron conversar con Bottero sin lograr avances significativos.
Por su parte, un grupo de músicos y ciudadanos también hizo llegar una nota al intendente Leonardo Viotti y al Concejo, manifestando su preocupación por la posible clausura de salones donde se realizan cenas y bailes organizados por los clubes de abuelos. Resaltaron la importancia de mantener estos espacios sociales, que contribuyen al bienestar emocional y físico de los mayores y generan empleo para trabajadores de la cultura.
Los firmantes solicitaron medidas como la revisión de niveles sonoros permitidos, acondicionamiento acústico y la implementación de horarios razonables para las actividades.
En otro tema, tres floristas, Luis Fernández, Marcelo Gutiérrez y Jorge Fernández, se presentaron ante el Concejo para expresar sus dificultades laborales. Fernández, quien gestiona un local y dos puestos en la vía pública, denunció prácticas del municipio que dificultan su trabajo, a pesar de cumplir con las normativas vigentes.
“Es indignante que tengamos que movernos cada 40 minutos, cuando nuestro contrato establece que el puesto es fijo", comentó Fernández, resaltando el cumplimiento de las regulaciones a pesar del trato que reciben.
El Concejo Municipal parece estar en la búsqueda de un diálogo más efectivo con la comunidad, buscando respuestas a estas inquietudes antes de la llegada de un nuevo ciclo legislativo.










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