El hilo se corta por lo más delgado

RAFAELA Carlos Zimerman
e_1766434168

La gestión del Intendente Leonardo Viotti, que ya lleva más de dos años, es, quizá, una de las más flojas de las que se tenga memoria. El radical no ha logrado establecerse aún y, quizás, nunca lo haga. La falta de gestión es un gran problema, y me animo a decir, a la luz de los resultados electorales de este año, que está dando sus últimas urras; el boleto ya lo tiene picado y solo un milagro podría permitirle ser reelegido en 2027.

Son muy pocos los sectores que aprueban su gestión; la mayoría expresa, cada día más, su descontento. Las calles de la ciudad siguen sucias, las veredas están rotas, la reparación de la plaza es eterna, y con la Recova Ripamonti se han convertido en promesas perpetuas. La problemática de las aves es un tema sin solución y la inseguridad vial es alarmante; la inseguridad en la ciudad lo es aún más. Hay barrios donde, a partir de que el sol se esconde, se torna imposible salir a la calle. Si bien esa es responsabilidad exclusiva de la provincia, los reclamos al Gobernador Pullaro no se realizan por cuestiones políticas. Podría seguir enumerando las falencias en la gestión y pasarme el día completo, pero solo lo sintetizo diciendo que no hay gestión, y la falta de gestión es una falla garrafal en cualquier gobierno que inexorablemente marca su destino.

Ahora Viotti decidió erradicar a los lavacoches, cosa con la que, si bien estamos de acuerdo a medias, nos parece que se hace en un contexto en el que no se contempla de forma seria una salida a la problemática de una actividad que algunos desarrollan desde hace mucho tiempo, lo hacen de forma honesta y son respetados por comerciantes del lugar y por la gente en general.

Desde hace tiempo venimos insistiendo en que la actividad debe regularse; no se puede poner a todos en la misma bolsa y hay ejemplos en otras ciudades muy positivos que no son contemplados por un municipio que vuelve a mostrar serias falencias a la hora de encontrar soluciones.

Pensar que se va a poder erradicar la actividad por un decreto u ordenanza es de una fragilidad alarmante. Los lavacoches son muchos y de la actividad que desarrollan viven muchas familias. La solución no es otra que regular la actividad y para ello se debe trabajar con responsabilidad por sobre todas las cosas.

No es serio tomar la decisión de un día para el otro sin encontrarles a los mismos una salida laboral. La actividad se puede desarrollar sin problema siendo regulada y reglamentada desde la municipalidad; solo hay que tener ganas de trabajar y contar con personal idóneo y responsable que lo haga. Como casi siempre sucede, el hilo se corta por lo más delgado, y seguramente la solución no llegará de la manera que se piensa implementar. Nuevamente se observa una falencia muy grande en la gestión, otra vez, como en todo el gobierno de un intendente que, en más de dos años, no encontró el rumbo y, difícilmente, lo consiga.

ÚLTIMAS NOTICIAS
Te puede interesar
Lo más visto

PERIODISMO INDEPENDIENTE