El Banco Central ajusta las bandas cambiarias por inflación y redefine el ancla del dólar para 2026

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
WMKP3ZGTAJFONG2KEANEJ466JU
  • El BCRA ajustará las bandas cambiarias según la inflación a partir de enero de 2026.
  • El techo del dólar oficial se ubicaría cerca de $1.564 a fines de enero.
  • El cambio corrige el atraso real generado por el ajuste fijo del 1% mensual.
  • Persisten dudas sobre la oferta de dólares y el comportamiento del atesoramiento privado.
  • El REM anticipa un aumento gradual del techo de la banda hasta julio.
  • La credibilidad del programa económico será clave para sostener el nuevo esquema.

A dos semanas del cierre del año, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció una modificación relevante en el esquema de bandas cambiarias que comenzará a regir a partir del 1° de enero de 2026. Desde entonces, los límites del corredor dentro del cual puede fluctuar el tipo de cambio oficial se ajustarán mensualmente en función del último dato disponible de inflación, dejando atrás el mecanismo previo de actualización fija del 1% mensual. La decisión busca corregir desfasajes acumulados y dotar al régimen cambiario de mayor flexibilidad en un contexto de desaceleración inflacionaria y restricciones en el frente externo.

Según estimaciones de la consultora Invecq, el nuevo esquema implicará un ajuste inicial moderado. Con la aplicación del índice de precios correspondiente a noviembre, el techo de la banda se ubicaría en torno a los $1.564 hacia fines de enero, frente a los $1.542 que resultaban del esquema anterior. Se trata de una corrección del orden del 1,4%, que, aunque acotada, marca un cambio conceptual en la forma de administrar el régimen cambiario. En caso de que el dólar mayorista supere ese nivel en el Mercado Libre de Cambios, la autoridad monetaria deberá intervenir para reencauzarlo dentro de los márgenes definidos.

Los analistas valoraron positivamente la medida, en tanto corrige el atraso real que se había generado por la combinación de inflación superior al ritmo de ajuste de las bandas. Sin embargo, advirtieron que el cambio no despeja todas las dudas de cara a 2026. En particular, persisten interrogantes sobre la capacidad del esquema para garantizar una oferta de dólares suficiente y, al mismo tiempo, permitir la recomposición del balance del Banco Central. El principal foco de atención está puesto en el comportamiento del atesoramiento privado: si la demanda de dólares para ahorro promediara unos USD 2.000 millones mensuales, las necesidades de financiamiento podrían superar los USD 50.000 millones en el año, considerando la cuenta corriente proyectada y el objetivo oficial de acumular reservas.

En ese marco, la incógnita central es si el mercado estará dispuesto a financiar ese volumen de dólares y, especialmente, si la dolarización de carteras podrá reducirse de manera sostenida. Desde Invecq señalaron que la apuesta del equipo económico es que el ahorro en divisas caiga de forma significativa, un escenario considerado plausible pero no garantizado. Como antecedente, recordaron que entre 2016 y 2019 el atesoramiento de personas humanas promedió, a valores actuales, más de USD 20.000 millones anuales, en un contexto de tipo de cambio real comparable o incluso más apreciado que el actual. En ese sentido, la confianza en el programa económico y en la figura presidencial aparece como un factor determinante.

Las proyecciones del último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) permiten anticipar cómo evolucionaría el límite superior de la banda durante los primeros meses de 2026. Con una inflación estimada del 2,1% para diciembre, el techo alcanzaría los $1.597 a fines de febrero. De confirmarse las previsiones inflacionarias posteriores, la banda superior subiría a $1.627 en marzo, $1.655 en abril, $1.685 en mayo, $1.711 en junio y $1.737 en julio. El sendero refleja una desaceleración gradual del ritmo de ajuste, en línea con la baja esperada del IPC.

Hasta ahora, las bandas se movían al 1% mensual, un ritmo que quedó por debajo de la inflación y generó un atraso en términos reales. Con el nuevo esquema, tanto el piso como el techo se ajustarán según el IPC, ampliando el corredor cambiario. El BCRA aclaró que, al no corregirse por la inflación de Estados Unidos, el techo de la banda tiende a incrementarse en términos reales, mientras se mantiene la función principal del sistema: limitar movimientos abruptos y reducir la volatilidad.

El presidente del Banco Central, Santiago Bausili, explicó que el cambio no implica una señal directa sobre la inflación futura, sino que introduce mayor flexibilidad y contribuye a reducir la incertidumbre. Economistas como Jorge Vasconcelos señalaron que la decisión estuvo influida por factores concretos: los resultados modestos en la compra de divisas, el incumplimiento de la meta de reservas con el FMI y la necesidad de recalibrar el esquema antes de nuevas revisiones del programa. Así, el ajuste de las bandas se convierte en una pieza más del delicado equilibrio entre estabilidad cambiaria, acumulación de reservas y credibilidad del programa económico.

ÚLTIMAS NOTICIAS
Te puede interesar
Lo más visto

PERIODISMO INDEPENDIENTE