El carry trade volvió a rendir en 2025 y arranca 2026 bajo un escenario de cautela optimista

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • El carry trade cerró 2025 con una ganancia cercana al 10% en dólares.
  • Fue el segundo año consecutivo con resultados positivos para esta estrategia.
  • Los bonos dólar linked y CER lideraron los retornos en moneda local.
  • Plazos fijos y fondos conservadores también arrojaron ganancias en dólares.
  • Para comienzos de 2026 se espera estabilidad cambiaria y tasas reales positivas.
  • Los analistas recomiendan cautela y diversificación por el riesgo cambiario.

La relativa estabilidad del tipo de cambio y las tasas de interés en pesos volvieron a convertir al carry trade en una estrategia ganadora durante 2025. La operatoria, basada en vender dólares para invertir en instrumentos en moneda local y luego recomprar divisas con la ganancia obtenida, cerró el año con un rendimiento cercano al 10% medido en dólares. Si bien el resultado fue sensiblemente menor al excepcional desempeño de 2024, cuando la ganancia rondó el 40%, el dato no deja de ser relevante: es el segundo año consecutivo en el que esta estrategia ofrece retornos positivos, algo que no ocurría desde el bienio 2016-2017.

El rendimiento obtenido en 2025 resulta significativo si se lo compara con alternativas internacionales. Una ganancia anual del 10% en dólares más que duplica el retorno de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que rinden algo más del 4% nominal. La comparación no implica equiparar niveles de riesgo, pero sirve para dimensionar el atractivo que aún conservan los activos en pesos para determinados perfiles de inversores.

De acuerdo con estimaciones del mercado, todas las variantes de carry trade arrojaron saldos positivos durante el año. Entre las más destacadas se ubicaron los depósitos a plazo fijo en pesos, que ajustados por la tasa Badlar lograron una ganancia cercana al 10% en dólares. Estos instrumentos mostraron una mayor resistencia frente a las oscilaciones de tasas registradas en distintos momentos del año, en un contexto financiero marcado por episodios de tensión.

Los mejores resultados, sin embargo, provinieron de otros activos en moneda local. Los bonos dólar linked lideraron las ganancias, con un avance anual del 24% medido en dólares, seguidos por los bonos ajustados por CER, que acumularon alrededor de 15%. Las Lecap, uno de los instrumentos más utilizados para este tipo de estrategias, dejaron un retorno algo superior al 7%.

También hubo rendimientos positivos en opciones tradicionalmente consideradas más conservadoras. Los plazos fijos UVA registraron ganancias cercanas al 5,5% en dólares, mientras que los fondos money market superaron el 4%. Si bien no son vehículos típicos de carry trade, en la práctica cumplieron ese rol para ahorristas que permanecieron posicionados en ellos durante el año.

De cara al inicio de 2026, el consenso entre los analistas es que el carry trade podría seguir funcionando, al menos en el corto plazo. La demanda estacional de pesos que suele darse a comienzos de año contribuiría a sostener la calma cambiaria durante las primeras semanas de enero. Incluso cuando ese efecto se diluya, hacia mediados de mes, no se espera una presión significativa sobre el tipo de cambio, en parte por la oferta de dólares asociada a la cosecha fina y a nuevas emisiones de deuda en moneda extranjera, tanto corporativas como provinciales.

Otro factor clave es la política monetaria. La expectativa es que el Gobierno mantenga tasas de interés positivas en términos reales, una condición central para que la estrategia continúe siendo atractiva. En ese contexto, con un dólar relativamente estable y rendimientos en pesos que superen a la inflación, el carry trade seguiría ofreciendo retornos interesantes en el arranque del año.

No obstante, los especialistas advierten que se trata de una estrategia inherentemente riesgosa y que exige prudencia. Existen alternativas en dólares con menor exposición cambiaria, como bonos corporativos, títulos soberanos de otros países o fondos regionales, que durante el último año rindieron en torno al 8% con un perfil de riesgo más acotado. Además, la eliminación gradual de las restricciones cambiarias podría facilitar el acceso a inversiones en el exterior con retornos competitivos.

En ese marco, el carry trade aparece como una herramienta válida, pero principalmente orientada a perfiles dispuestos a asumir volatilidad. La expectativa de una menor fluctuación del tipo de cambio durante el primer semestre de 2026, apoyada en el ingreso de divisas del agro y la cuenta financiera, sostiene una visión constructiva, aunque con la recomendación de limitar la exposición y diversificar.

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