¿Se demora el nuevo billete de $2.000 que anunció el Gobierno?: qué advierten expertos
ECONOMÍA Mariano Jaimovich*A principios de febrero, el Banco Central comunicó que lanzará de forma "conmemorativa" a la nueva denominación máxima de $2.000, aunque no informó la fecha exacta de cuándo comenzará a circular en bancos y el público. Más allá que algunas fuentes de la entidad monetaria informaron que esto se concretará a mitad de año, algunos expertos del sector financiero consultados por iProfesional dudan que antes de agosto estos papeles puedan ver la calle.
Sobre todo, esta incerteza se sustenta en que el período promedio para desarrollar un billete nuevo "desde cero" es de un año, debido a que se debe aprobar el diseño del boceto que será definitivo, con las medidas de seguridad y ajustes establecidos por los distintos expertos de Casa de la Moneda. A lo que se suma la tarea de encargar con una suficiente antelación de tiempo a los escasos proveedores mundiales el papel y la tinta especiales que se emplearán en su impresión.
De hecho, algunos expertos memoriosos recuerdan que el récord de eficiencia ocurrió a mediados de 2016, cuando el gobierno anterior lanzó a la calle el billete de $500, con la imagen del yaguareté, en un período de apenas 7 meses. Esto se debió a que adaptó el formato de un papel conmemorativo que ya existía en prueba durante la gestión previa, hecho que aceleró varios procesos. Incluso, se utilizó el papel moneda que ya se había comprado para esa edición pensada para años anteriores.
"Por la burocracia que existe, es imposible que el billete de $2.000 salga en julio", sentencia un entendido en el tema a iProfesional, que prefiere el anonimato.
Es decir, en base a los antecedentes registrados, con "mucha suerte", el Banco Central podría poner en circulación a la denominación de $2.000 en agosto o septiembre que viene. Dato no menor si se tiene en cuenta que la inflación, cuyo registro es de 6% mensual, le restaría un importante poder de compra hasta ese entonces.
Para tener una idea, desde que empezó a circular el billete de $1.000 el primer día de diciembre de 2017, la suba de los precios de la economía acumulada en los últimos 5 años y tres meses se acerca al 900%. Es decir, hoy se precisaría un papel cercano a los $10.000 para equiparar el poder de compra de aquél unidad del hornero.
Planes para lanzar el billete de $2.000
En el caso concreto del billete de $2.000, el Banco Central presentó un boceto tentativo, que aún debe pasar por distintos rediseños y configuraciones finales para fijar las medidas de seguridad que tendrá este ejemplar, para poder quedar aprobado de forma definitiva y así ser enviado a impresión.
De acuerdo a la información oficial del BCRA, este papel conmemora el desarrollo de la ciencia y de la medicina en la Argentina y tendrá como protagonistas al Instituto Malbrán, y a la Dra. Cecilia Grierson y al Dr. Ramón Carrillo, "precursores en el desarrollo de la medicina en nuestro país".
El recurso que tendría el Gobierno para acelerar la salida a la calle de este papel, sería un antiguo e idéntico boceto que se estuvo estudiando hace algunos años atrás, que incluso fue pensado para una denominación mayor.
Con precisión, por el año 2020, se filtró el proyecto que había de lanzar un billete de $5.000 con las imágenes, precisamente, de Grierson y Carrillo. Una iniciativa que quedó sin rumbo, debido a que en ese momento emitir una denominación de ese valor representaba, para un sector del oficialismo, mostrar de forma clara que la inflación se ubicaba en un nivel elevado.
Incluso, algunas fuentes detallan que ya se tenía la orden de compra del papel moneda para esa edición especial. Por lo que se utilizará esa base de diseño e insumos para agilizar los tiempos de salida a la calle de ese billete.
"Siendo optimista, recién en septiembre u octubre podría empezar a circular el nuevo de $2.000, que deberá imprimir la Casa de la Moneda", sentencia a iProfesional un experto en circulante monetario.
Un billete que nace valiendo menos
El nuevo billete de mayor denominación ($2.000) saldrá a la calle con un valor de mercado ínfimo, tanto comparado con su poder de compra respecto a la inflación como al convertirlo a dólares.
Hace más de 5 años, cuando nació el papel de mayor denominación que hasta ahora se encuentra en circulación ($1.000), esta unidad equivalía a u$s55,5, debido a que en esa época el dólar libre se vendía en alrededor de $18.
Desde entonces la devaluación ha sido feroz, ya que ese mismo valor hoy equivale a tan sólo u$s2,68, al tomar como referencia al precio del dólar blue. En tanto, el reciente anunciado de $2.000 apenas equivale en la actualidad a unos u$s5,4. Cifra que se irá "achicando" hasta la fecha de su emisión.
En resumen, el nuevo papel de $2.000 equivaldrá en dólares a un monto 10 veces menor de lo que valía el hornero hace unos 5 años y tres meses atrás. Una cifra mucho más baja de la cotización de los billetes de máxima denominación de los países de la región, que llegan a ser de un promedio de u$s30.
Por lo tanto, por el bajo valor nominal, las dudas que surgen en el camino no sólo son cuándo se emitirá esta nueva denominación, sino, incluso, si realmente tendrá sentido de ser y si llegará a "ver" los bolsillos de los argentinos durante esta gestión.
La otra alternativa es que venga "acompañado" por alguna cifra mayor, aunque hasta ahora no se ha hecho anuncio alguno. Algo que también se empieza a poner en duda en un año electoral en que las prioridades estarán puestas en otros temas, y en que el tiempo de antelación necesario para confeccionar un billete mayor no le "alcanzaría" a esta gestión. Aunque todo puede pasar en Argentina.
* Para www.iprofesional.com