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Los fallos de Twitter arruinan el lanzamiento de la candidatura de Ron DeSantis con Elon Musk

INTERNACIONALES 25/05/2023 Agencia de Noticias del Interior Agencia de Noticias del Interior
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Gran fiasco para empezar la campaña. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, había convocado a través de una funcionalidad de audio de Twitter para presentar su candidatura a las elecciones presidenciales de 2024 de la mano del magnate Elon Musk. Pero lo que iba a ser su gran momento resultó un patinazo. Por problemas técnicos, con cientos de miles de personas conectadas, la conexión se caía y cortaba todo el rato. Cuando se había rebasado en unos 25 minutos la hora fijada, apenas se habían oído unas cuantas frases entrecortadas.

Mientras el experimento naufragaba, Joe Biden le troleó con un tuit: “Este enlace funciona” y al pinchar llevaba a su campaña. El expresidente Donald Trump también se sumó a las burlas desde su propia red, Truth Social, donde subió un vídeo de un cohete de SpaceX, otra empresa de Elon Musk, derrumbándose y explotando con las letras Ron 2024 en pantalla. Luego puso otro mensaje: “¡Guau! ¡El lanzamiento de DeSanctus en TWITTER es un DESASTRE! Toda su campaña será un desastre”. El propio DeSantis se ha resignado a bromear: “Parece que hemos roto internet”.

 
Al principio, Musk lanzó el mensaje de Twitter Spaces desde su cuenta en la red, pero nunca llegó a funcionar bien. Pasados algo más de 21 minutos, la emisión se cortó. Quienes se habían quedado pendientes de ese enlace no pudieron escuchar al candidato. David Sacks, que actuaba de moderador, abrió otra emisión y al cabo de otros tres minutos, para quienes se enteraron de que el enlace inicial no valía y acudieron al nuevo, la retransmisión estuvo disponible.

Había pasado cerca de media hora con respecto al horario anunciado cuando DeSantis ha empezado: “Me presento a presidente de Estados Unidos para liderar el gran resurgimiento americano”, ha comenzado su intervención inicial, de unos siete minutos. Para cuando terminó el programa, una hora después, la retransmisión fallida seguía teniendo millones de visualizaciones más que la que sí funcionó.

 
Cuando De Santis concedió después una entrevista televisiva, hasta el presentador se mofó un poco: “Esté tranquilo, Fox News no se va a colgar”. Antes, la cadena ya había publicado una noticia diciendo que el lanzamiento en Twitter había sido un desastre y también había lanzado una alerta para mofarse: “¿Quiere ver y oír de verdad a Ron DeSantis? Sintonice Fox News a las 8 pm”. El magnate Rupert Murdoch parece marcar el terreno al magnate Elon Musk, que se ha alzado como nuevo referente de parte de la derecha estadounidense al dar pábulo a sus teorías de la conspiración.

Musk dijo luego que invitaba a todos los candidatos presidenciales a participar en un programa similar, pero visto el fiasco del estreno no está claro cuántos aceptarán la invitación. Los fallos de la red social han sido una constante durante su caótico liderazgo de la compañía que compró en octubre pasado.

 
Mientras Twitter estaba atascado, el político republicano ha presentado en paralelo su candidatura a través de un vídeo que ha dado en primicia el canal conservador Fox News, que también lo ha difundido en internet. DeSantis ha tuiteado el vídeo, que en este caso sí ha funcionado.

En esa primera tarjeta de presentación de su campaña, DeSantis se presenta como el candidato del resurgimiento tras un mensaje con comienzo apocalíptico en el que evita citar a Trump: “Nuestra frontera es un desastre. El Gobierno federal infesta de delincuencia nuestras ciudades y dificulta que las familias lleguen a fin de mes. Y el presidente se tambalea. Pero la decadencia es una opción. El éxito está al alcance. Y merece la pena luchar por la libertad. Rehacer este barco exige devolver la cordura a nuestra sociedad, la normalidad a nuestras comunidades y la integridad a nuestras instituciones. La verdad debe ser nuestra base. Y el sentido común no puede seguir siendo una virtud poco común. En Florida demostramos que es posible. Elegimos los hechos frente al miedo, la educación frente a una doctrina, la acción, la ley y el orden frente a los disturbios y el desorden. Mantuvimos la línea cuando la libertad pendía de un hilo, demostramos que podemos y debemos revitalizar América. Necesitamos el coraje para liderar y la fuerza para ganar. Soy Ron DeSantis. Y me presento a presidente para liderar nuestro gran resurgimiento americano”, reza su primera intervención como candidato.

La intervención inicial de DeSantis en el programa de Twitter ha sido una versión larga de ese mismo mensaje del vídeo. Y la del programa de Fox, una versión intermedia, todas preparadas y con el mismo mensaje que sonaba algo a memorizado y poco natural: invasión de inmigrantes, crimen, drogas e inseguridad. Ha procurado poner a Florida como ejemplo de lugar donde las cosas funcionan mejor aunque a veces con estadísticas algo engañosas. Su discurso ha sonado familiar. Ha defendido sus políticas durante la pandemia, ha criticado a Disney y a la Reserva Federal y ha arremetido contra la ideología progresista y los principios de inversión sostenible, conocidos como ESG.

 
Cultura de la derrota
Ni Elon Musk ni el moderador David Sacks, donante republicano, amigo de Musk y apoyo de DeSantis, le han preguntado por Donald Trump. Han participado otros invitados que le han elogiado, pero ninguno le ha puesto en aprietos. La entrevista televisiva, a cargo de un excongresista republicano, parecía también una alfombra roja, sin ninguna pregunta incómoda sobre el expresidente.

Sí ha habido una crítica velada al trumpismo, la misma que ya ha repetido en otras ocasiones: “Debemos acabar con la cultura perdedora que ha infectado al Partido Republicano en los últimos años. Los cansinos dogmas del pasado son inadecuados para un futuro vibrante. Debemos mirar hacia adelante, no hacia atrás. Necesitamos el coraje para liderar y debemos tener la fuerza para ganar”, ha dicho sin citar al expresidente.

La candidatura de DeSantis se venía anticipando desde su buen resultado electoral en las elecciones de noviembre del año pasado, cuando resultó reelegido gobernador de Florida con una amplia mayoría. Su aplastante victoria contrastaba con la decepción de los candidatos trumpistas en circunscripciones decisivas. Esa decepción se sumaba a la derrota en las presidenciales de 2020 y en las elecciones legislativas de 2018, con Trump como presidente. De ese modo, la mención a la cultura de la derrota es su mayor ataque a su rival directo. Otro contraste frente a Trump es que se ha presentado como un político de orígenes humildes, veterano de la Armada y de Irak.

El nuevo candidato se ha mostrado confiado en la victoria: “A los votantes que están participando en este proceso de primarias, mi promesa es la siguiente. Si me nominan, pueden poner su reloj en el 20 de enero de 2025 a las 12 del mediodía. Porque en el lado oeste del Capitolio de los Estados Unidos prestaré juramento como el 47º presidente de Estados Unidos. Sin excusas. Haré el trabajo”, ha afirmado. Para eso primero tiene que lograr la nominación.

 
DeSantis había empezado el día firmando 20 nuevas leyes, entre ellas una que le permite seguir siendo gobernador mientras opta a presidente. El lanzamiento de la candidatura a través de Twitter era un experimento novedoso, pero ha salido mal. No ha podido tener menos fuerza ni gancho. Para un político que presume de eficacia en la gestión, un tropezón así es un contratiempo que se suma a la desventaja con que parte en las encuestas.

Según una encuesta publicada este miércoles por la CNN, Trump es la primera opción del 53% de los votantes republicanos y de tendencia republicana en las primarias, aproximadamente el doble que el 26% de DeSantis. El dato de la última encuesta de la Universidad de Quinnipac muestra una diferencia aún mayor: 56% a 25%. Aunque hay una miríada de candidatos, el resto está a gran distancia, en el entorno del 2%-3% como mucho.

Trump no se fía. Ayer mismo, en el programa de televisión de Fox News que había entrevistado a DeSantis, la campaña del expresidente lanzó más publicidad negativa, ridiculizándole y acusándole de querer subir los impuestos. El expresidente quiere mantener la distancia. Mientras, DeSantis se presenta como el candidato del resurgimiento (comeback), que también se puede traducir como remontada. Ahora le toca remontar.

Fuente: El País

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