Con un ojo en la cruda interna entre Maximiliano Pullaro y Carolina Losada que se dirime en la previa con escasísima diferencia, y con cuatro postulantes en la oferta electoral, el peronismo buscará este domingo cerrar el día con el candidato más votado de las PASO y apuesta a que la diferencia entre ambos frentes sea lo menos abultada posible para tener una luz de esperanza de cara a las generales de septiembre, con el difícil objetivo de retener la provincia.
Sin la tensión del frente opositor, que nacionalizó su interna y presentó en este distrito -el tercero de mayor incidencia electoral detrás de Buenos Aires y Córdoba- un nuevo round en la refriega entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, y con Omar Perotti impedido en la búsqueda de la reelección por la constitución local, en la coalición Juntos Avancemos solo resta saber en estas horas si el senador Marcelo Lewandowski llegará a convertirse por la noche en el postulante con mayor cantidad de votos de las elecciones y si el segundo lugar quedará en manos de Eduardo Toniolli, Leandro Busatto o Marcos Cleri, el referente y la apuesta principal de La Cámpora en el distrito.
A diferencia del escenario del 2019, que presentó un escenario de tercios con Cambiemos y el socialismo separados y una división de votos que llevó a Perotti a la gobernación con más del 40%, este año el PRO, el radicalismo y los socialistas convergieron en una única primaria que, para colmo, se llevó en esta campaña todos los flashes por la feroz competencia entre Pullaro y Losada.
Ahora, la interna rosarina presenta, además, otro dato inquietante: el nivel de participación. ¿A quién beneficia una eventual baja afluencia de votantes? Por el contrario: ¿a quién perjudica?
En ese contexto, el peronismo cerró una campaña de bajo vuelo, con un presupuesto mucho más austero que el de la oposición y sin presencia de figuras nacionales, y con la necesidad de empoderar a Lewandowski a partir de este lunes y achicar la diferencia entre ambos frentes lo más que se pueda para que el trayecto hacia las generales sea lo menos cuesta arriba posible.
“A partir del lunes, y con la campaña nacional, vamos a trabajar todos juntos”, aseguró a este medio un alto funcionario que seguía bien de cerca el minuto a minuto santafesino.
Hasta semanas antes del cierre de listas, la postulación de Lewandowski, un popular periodista deportivo de Rosario y reconocido hincha del Club Atlético Central Córdoba, histórico militante del peronismo que llegó desde la Legislatura provincial a la Cámara alta en el 2021, había pendido de un hilo.
Según trascendió, el senador había mantenido media docena de reuniones con Cristina Kirchner para analizar la hoja de ruta santafesina en medio de una fuerte disputa con Perotti, que en los últimos tiempos se dedicó solo a su candidatura a diputado provincial con la premisa de ratificar, a partir de diciembre próximo, su liderazgo en este distrito como el único vigente. Lewandowski siempre desconfió de esa estrategia.
De entrada, la ex Presidenta siempre analizó el panorama electoral de Santa Fe bajo la mirada de una casi segura derrota: por eso promovió una eventual postulación de Lewandowski a la intendencia de Rosario para tratar de volver a ganar ese territorio. Cuando el senador confirmó que jugaría por la gobernación, el kirchnerismo propició una interna de cuatro con Cleri como el referente de La Cámpora -su performance tiene en vilo a la agrupación fundada por Máximo Kirchner, que tiene bajísima aceptación en la provincia- y el resto de los sectores movió sus fichas: el Movimiento Evita confirmó a Toniolli y el espacio de Rossi avanzó con la candidatura de Busatto mientras el jefe de Gabinete negociaba en el Senado una lista de unidad en la categoría de diputados nacionales.
A partir de ese momento, cada uno hizo campaña por su lado. Lewandowski y sus operadores habían negociado el financiamiento con Perotti y colaboradores del ministro de Economía, Sergio Massa, que en el sprint final de las negociaciones se interesó por la postulación del senador. Al final, la ayuda económica fue escasa, el precandidato a gobernador se arregló con lo que recolectó y Perotti se solventó su propia campaña a diputado provincial.
Hasta este domingo, solo el jefe de Gabinete había llegado a Rosario para votar y seguir en su ciudad el proceso electoral. No estaba previsto, en principio y a contramano de la oposición, el desembarco de otras figuras nacionales.
Para Unión por la Patria, Santa Fe es un territorio que no se puede dar el lujo de menospreciar: es el tercer distrito electoral del país de una zona, la del centro, mucho más afín a Juntos por el Cambio. El PJ necesita de esos votos. Y lo urge que la interna entre Pullaro y Losada, que eclipsó la campaña, se mantenga igual de caliente a partir del próximo lunes.
Fuente: Infobae, sobre una nota de Federico Mayol