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Sin duda alguna las elecciones PASO de este domingo en Rafaela serán las más peleadas de los últimos 30 años. Luis Castellano va por su cuarto mandato y a decir verdad llega absolutamente desgastado, sin energía, con pocas ganas y por sobre todo sin ninguna propuesta nueva. Rafaela es una ciudad que hace mucho dejó de ser pueblo para transformase desde un tiempo a esta parte en una urbe más que importante en la provincia de Santa Fe, con sus matices propios y sus necesidades individuales, gobernar esta ciudad no es para nada fácil y por sobre todas las cosas hay que estar muy bien de la cabeza, muy lúcido , con muchas ganas y dispuesto a brindar “batallas” desde el primer día de la asunción.
Gobernar esta ciudad con compromisos previos, condicionado por exigencias políticas, deber favores a los “amigos” y no tener libertad de acción por estar controlado desde “arriba”(Perotti), no es para nada bueno y sucede lo que hoy está pasando: una ciudad con carencias y falencias, una ciudad estancada y para pocos.
Castellano es sinónimo de retroceso, de no aspirar a una ciudad diferente, es seguir sumido en la decadencia y el ostracismos .
Hoy Rafaela tiene la suerte de tener otros candidatos que quieren agarrar la posta y vienen con ideas nuevas y por sobre todo con la fuerza necesaria y las energías a full, precisamente lo que le falta a Castellano.
Viotti llega en su mejor momento, con la edad ideal y por sobre todas las cosas, libre de las ataduras que por compromisos Castellano no puede prescindir.
Leonardo Viotti hace mucho tiempo dejó de ser “Leo” para ser un político responsable y con los valores éticos y morales que la UCR le transmitió desde el mismo momento que comenzó a militar.
Hoy Viotti es una persona moderada y medida, con ideas jóvenes y con la fuerza y ganas que Castellano no puede tener. Sin duda que está preparado, seguramente mucho más de lo que estuvo en su momento Omar Perotti cuando le tocó asumir como Intendente de Rafaela, seguramente sin los compromisos que en su momento tuvo Perotti y por sobre todo con la fuerza de la honestidad que es sin duda alguna su gran capital.
Hace falta gente joven y honesta, gente preparada, equipos capacitados y un plan que no esté condicionado por los amiguismos y los compromisos de las cosas oscuras que se tiene cuando en el ejercicio de gobierno uno no es claro, todo lo contrario.
Todo apunta a que es la hora de Viotti, que es el comienzo de un nuevo tiempo para Rafaela, el tiempo de la conducta y la ética en el ejercicio del poder, el tiempo de decirle basta a las cosas oscuras, el tiempo de pensar solo en la ciudad y dejar los egoísmos de lado.








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