Reforma en la Policía Federal: el Gobierno relanza la fuerza para enfrentar el crimen complejo

• El Gobierno oficializó una reforma integral de la Policía Federal Argentina (PFA) mediante el Decreto 383/2025.
• La PFA se enfocará en delitos federales y crimen organizado, dejando tareas de seguridad local en CABA.
• Se crean dos áreas clave: Investigaciones (DFI) y Coordinación (DFC).
• Se reducirá progresivamente el personal y se destinarán fondos a modernización tecnológica.
• Se permitirán civiles en cargos de liderazgo y se refuerzan los controles internos.
• La PFA podrá hacer tareas preventivas en espacios digitales públicos, respetando derechos fundamentales.

Con la promulgación del Decreto 383/2025, el Gobierno Nacional presentó una reforma integral de la Policía Federal Argentina (PFA), orientada a modernizar la institución y alinearla con los desafíos contemporáneos en materia de seguridad. La nueva normativa redefine el perfil operativo de la fuerza, priorizando la lucha contra el crimen organizado y los delitos complejos.

En un acto encabezado por el presidente Javier Milei y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se oficializó el relanzamiento institucional. Durante su discurso, el mandatario remarcó los principios rectores de su política de seguridad: “El que las hace, las paga; las reglas se respetan; y los de azul son los buenos”. Asimismo, destacó que la modernización de la PFA estará inspirada en los estándares internacionales, con particular énfasis en el modelo del FBI.

Un nuevo enfoque para la PFA

El principal cambio radica en la reorientación de la misión de la Policía Federal, que se enfocará exclusivamente en la prevención, detección e investigación de delitos federales y complejos. Esto supone el abandono de su rol en la seguridad local de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, transferido a las autoridades porteñas tras un acuerdo en 2016.

El nuevo estatuto organiza la fuerza en dos áreas clave: el Departamento Federal de Investigaciones (DFI) y el Departamento Federal de Coordinación (DFC). Este rediseño busca fortalecer la capacidad investigativa y operativa frente a las amenazas del crimen organizado.

Ajustes en personal y financiación

Uno de los puntos más destacados de la reforma es la reducción progresiva del ingreso de nuevos suboficiales, acompañado de una disminución en el tamaño global de la fuerza. Los recursos liberados serán destinados a un Programa de Modernización que financiará inversiones en tecnología, equipamiento y capacitación.

“Vamos a aprender de los mejores, de Estados Unidos e Israel. El Estado no puede tener menos capacidad técnica que los narcos y los terroristas”, subrayó Milei, marcando la dirección del proceso de transformación.

Liderazgo renovado y controles más estrictos

El nuevo esquema de la PFA contempla una estructura de liderazgo más flexible, permitiendo por primera vez que civiles ocupen los máximos cargos de la fuerza en circunstancias excepcionales. Además, la Dirección General de Asuntos Internos recibirá mayor autonomía para garantizar controles rigurosos y transparentes sobre la institución.

La reforma también amplía las facultades investigativas de la PFA, autorizando tareas de prevención en espacios digitales públicos, siempre bajo la premisa del respeto a los derechos fundamentales.

Un nuevo capítulo en la seguridad federal

Con estas medidas, el Gobierno busca reforzar el perfil federal de la Policía, adaptarla a los desafíos del crimen organizado y fortalecer el control civil sobre sus operaciones. La reforma marca un punto de inflexión en la historia de una de las fuerzas más emblemáticas del país, consolidándola como un actor clave en la lucha contra las amenazas a la seguridad nacional.