

- Durante una conferencia de prensa, el intendente de Rafaela, Leonardo Viotti, criticó las propuestas de seguridad de la oposición en el Concejo Municipal.
- La oposición solicita el regreso de 48 agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT), pero Viotti aclaró que, al asumir, solo había menos de 10 agentes en Rafaela.
- Aseguró que la cantidad de patrulleros ha aumentado de 4 a entre 12 y 14 durante su gestión.
- Viotti desestimó la propuesta de conectar cámaras de seguridad privadas al Centro de Monitoreo, argumentando incompatibilidades tecnológicas.
- Reveló que solo había 215 cámaras operativas al asumir, y ahora hay más de 340, con planes de aumentar aún más.
- Destacó el incremento en el personal del Centro de Monitoreo y el crecimiento del programa Ojos en Alerta.
- Confirmó que el municipio está seleccionando nuevos agentes para la Guardia Urbana y que se está invirtiendo en seguridad.
- Se quiere dar una imagen o sensación que en Rafaela la inseguridad experimento un cambio positivo cuando en realidad la gente persive otra cosa. Se quiere "tapar el sol con un dedo"
Durante la reciente conferencia de prensa, el intendente de Rafaela, Leonardo Viotti, no se quedó atrás al responder a las críticas de la oposición en el Concejo Municipal, especialmente en el ámbito de la seguridad. En un contexto donde se ha planteado la reubicación de los 48 agentes de la Policía de Acción Táctica (PAT), que alguna vez operaron en la ciudad y que actualmente están asignados a Rosario, es crucial examinar las declaraciones de Viotti con un sentido crítico y analítico.
Viotti comenzó desmitificando la percepción de que la PAT tenía una presencia robusta en Rafaela antes de su llegada al cargo. Afirmó que, al asumir, contaba con menos de diez agentes operativos, lo que muestra la disminución progresiva de recursos en áreas vitales para la seguridad. Su argumento resalta que la situación de la seguridad no solo se mide por el número de agentes, sino por la calidad y eficacia de los recursos disponibles. En lugar de recitar cifras abstractas, el intendente la vincula directamente con el entorno operativo de los efectivos, lo cual es un punto válido en un debate que tiende a ser superficial.
Además, destacó un aumento significativo en la disponibilidad de patrulleros, pasando de cuatro móviles por turno a entre doce y catorce. Esta mejora en los recursos es, sin duda, un logro de su gestión que debería ser reconocido, especialmente en un contexto donde la seguridad es una preocupación primordial para la ciudadanía.
Viotti también cuestionó la viabilidad de la propuesta de conectar cámaras de seguridad privadas al Centro de Monitoreo municipal, argumentando que la incompatibilidad tecnológica y la mala calidad de las imágenes hacen de esta opción una inversión poco eficiente. Este comentario es un recordatorio necesario de que no todas las soluciones son prácticas o efectivas; en ocasiones, un enfoque más sistemático y basado en tecnología adecuada puede ofrecer resultados más sólidos.
En cuanto al sistema de videovigilancia, el intendente proporcionó datos impactantes: de 270 cámaras mencionadas en la gestión anterior, solo 215 estaban operativas. Este tipo de información debería ser un llamado a la reflexión sobre la gestión de recursos públicos. Así, la mejora con más de 340 cámaras operativas y un plan para continuar expandiendo esta red refleja un compromiso con la seguridad que no se puede pasar por alto.
El aumento en el personal del Centro de Monitoreo y el crecimiento del programa Ojos en Alerta son ejemplos claros de cómo la participación comunitaria puede ser sinérgica en la lucha contra el crimen. La colaboración entre el gobierno local y la sociedad se traduce no solo en más denuncias, sino en una percepción de seguridad más robusta.
Es cierto que el intendente admitió que aún quedan desafíos por enfrentar, y esa honestidad es refrescante en un panorama político a menudo dominado por promesas vacías. Reconocer que siempre hay espacio para mejorar demuestra un compromiso genuino hacia los ciudadanos.
En conclusión, las críticas de la oposición pueden ser legítimas, pero la gestión de Viotti presenta un enfoque más racional y fundamentado en la realidad actual de Rafaela. La seguridad es un tema complejo que requiere no solo recursos, sino también un enfoque estratégico y adaptativo, algo que parece estar poniendo en práctica el gobierno local. La mejora constante debe ser el objetivo, pero para ello, es fundamental construir sobre lo que se tiene y seguir avanzando en dirección a una ciudad más segura.



