


Vitamina D: para qué sirve, cómo obtenerla y cuáles son los peligros de un déficit
SALUD Y NUTRICIÓN
Ana COHEN
La vitamina D es un nutriente crucial para la salud humana, desempeñando roles fundamentales en el fortalecimiento de los huesos y dientes, el funcionamiento del sistema inmunológico y nervioso, así como en la regulación del estado de ánimo. Tanto su deficiencia como su exceso pueden tener consecuencias graves, lo que ha aumentado el interés en su suplementación y recomendaciones de consumo, según informa Verywell Health.
Funciones Clave de la Vitamina D
Este nutriente es esencial para la absorción de calcio y fósforo, minerales necesarios para mantener huesos y dientes fuertes. La falta de vitamina D puede reducir la densidad ósea, elevando el riesgo de osteoporosis y fracturas. Además, es crucial para la transmisión de señales nerviosas y el desarrollo del sistema nervioso desde la etapa fetal.
En cuanto al sistema inmunológico, la vitamina D ayuda a combatir infecciones, mejorando la respuesta del organismo ante bacterias y virus. Investigaciones han mostrado que puede tener un impacto positivo en la salud mental, particularmente en personas con depresión mayor y deficiencia de este nutriente.
Fuentes y riesgos de deficiencia
El cuerpo obtiene vitamina D principalmente mediante la exposición al sol. Sin embargo, factores como la estación del año y el uso de bloqueador solar pueden limitar esta producción, especialmente en invierno.
La dieta también es crucial, con alimentos ricos en vitamina D que incluyen pescados grasos (salmón, atún, caballa), yemas de huevo, quesos y productos lácteos, además de cereales y jugos enriquecidos.
La deficiencia de vitamina D es común y a menudo asintomática. Cuando aparecen síntomas, pueden manifestarse como dolor muscular, fatiga, depresión y problemas óseos. Grupos en riesgo incluyen personas con condiciones como enfermedad celíaca, trastornos renales o hepáticos, y aquellos que han tenido cirugía de bypass gástrico.
Recomendaciones de consumo y suplementación
Las ingestas diarias recomendadas de vitamina D varían según la edad: 400 UI para lactantes, 600 UI para niños y adultos hasta 70 años, y 800 UI para mayores de 70. Las mujeres embarazadas y lactantes también deben consumir 600 UI. Es recomendable realizar un análisis de sangre para evaluar los niveles de vitamina D y, en caso de deficiencia, seguir las indicaciones de un profesional de la salud.
Verywell Health sugiere optar por suplementos de vitamina D3, que son más efectivos que la D2, y señala que generalmente deben tomarse con alimentos grasos para mejorar la absorción.
Aunque el riesgo de toxicidad por vitamina D es bajo, el exceso de suplementos puede llevar a hipercalcemia, que se manifiesta en síntomas como náuseas, confusión y debilidad muscular. En casos extremos, puede provocar arritmias o insuficiencia renal.
Consideraciones finales
Antes de iniciar la suplementación, especialmente en personas con condiciones como hiperparatiroidismo o enfermedad renal, es crucial consultar a un médico para evitar complicaciones. La selección de suplementos debe basarse en su calidad y verificación independiente, dada la menor regulación en comparación con los medicamentos recetados. Asegurarse de la autenticidad del producto es vital para evitar riesgos innecesarios.




























