El ministro y el colchón: Caputo lanza medidas urgentes, pero el mercado no responde

ECONOMÍA Agencia de Noticias del Interior
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  • Luis Caputo reaccionó con dureza tras la aprobación opositora de una suba jubilatoria.
  • Su Plan Colchón, que busca captar dólares informales, no genera resultados.
  • La UIF flexibilizó controles antilavado, pero fijó un umbral de reportes en u$s 10.500, menor al deseado por Caputo.
  • El FMI espera u$s 4.500 millones y aún no ingresaron divisas por este plan.
  • Solo se colocó un bono BONTE por u$s 1.000 millones a una tasa del 29,5%.
  • El Gobierno apuesta al respaldo político de Milei y espera que las nuevas normas despierten el flujo de dólares.
  • El Congreso deberá votar leyes clave para dar seguridad jurídica; el resultado es incierto.

A horas de que Diputados aprobara una suba jubilatoria con apoyo opositor, el ministro de Economía, Luis Caputo, explotó en redes sociales con un mensaje agresivo contra la votación: “Saluden a los degenerados fiscales que se van”. El trasfondo de su bronca no es solo político: el esperado Plan Colchón, ideado para atraer dólares del mercado informal al sistema financiero, no está dando resultados.

El anuncio del programa fue recibido con escepticismo. Los bancos, reacios a exponerse a riesgos legales, exigieron mayores garantías. La respuesta llegó este jueves, con la publicación en el Boletín Oficial de nuevas resoluciones de la Unidad de Información Financiera (UIF), que flexibilizan controles antilavado para estimular el ingreso de divisas no declaradas al circuito formal.

La pelea por los umbrales

Caputo pretendía que las operaciones se reportaran recién desde los 50 mil dólares, pero la UIF fijó el umbral en apenas u$s 10.500. El temor a represalias del GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) inclinó la balanza. Desde ahora, bancos, escribanos y registros deberán registrar e informar operaciones en efectivo que superen ese monto, incluyendo datos detallados de los involucrados.

El FMI mira de cerca

El objetivo oficial es claro: atraer dólares guardados “bajo el colchón” para reforzar reservas y mostrarle resultados al FMI, que espera u$s 4.500 millones antes de julio. Hasta ahora, no ingresó ni un centavo. La única señal positiva fue la colocación de un bono BONTE 2030 por u$s 1.000 millones con inversores extranjeros, a un interés del 29,5% anual.

Una historia que se repite

Desde sectores del mercado recuerdan que los caprichos económicos ya les costaron caro a figuras como Cavallo o Machinea. Ahora, Caputo corre contra el reloj. Su apuesta es que el respaldo total de Javier Milei —“el que gana las elecciones”, insisten desde Hacienda— le permitirá sortear los obstáculos políticos y técnicos.

¿El colchón se despierta?

Con las nuevas normas de la UIF en marcha, el Gobierno espera una mínima señal: que los dólares comiencen a fluir. Lo ven como un gesto clave para sostener el relato de una nueva Argentina, fiscalmente ordenada y con reglas claras. Pero el próximo paso será decisivo: enviar al Congreso las leyes que den seguridad jurídica al plan. El pronóstico, por ahora, es incierto.

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